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Los pensamientos negativos pueden hacer efecto en el estado de ánimo de una persona y provocar que estos se retroalimenten en el interior de la persona durante mucho tiempo si no se toman medidas a tiempo como acudir a un psicólogo profesional.

Hay ocasiones donde es complejo lidiar con los pensamientos fatalistas y negativos. Es más, si no se usan las herramientas adecuadas, puede empeorar la situación. Es paradójico, pero cuanto más intentamos no pensar en algo, más lo tenemos en la cabeza.

Llegando a esto, ¿cómo podemos eliminar los pensamientos negativos definitivamente? Aquí te lo explicamos.

¿Qué hacer cuando tu mente se llena de pensamientos negativos?

Algunas estrategias que podemos aplicar cuando la mente está repleta de pensamientos negativos, son:

Cambiar el lenguaje corporal

Reacciones como el fruncimiento de ceño o posturas como ir encorvado propician que una persona sea más negativa. Estas acciones minan la autoestima y llevan a la falta de confianza que es caldo de cultivo para originar malos pensamientos. Para cambiarlo, nada mejor que sonreír y tener una postura abierta.

Hablar sobre lo que te preocupa

No es bueno callarse las cosas y no contar sobre cómo nos sentimos o qué problemas tenemos. Si tenemos pensamientos negativos, es mejor hablarlo para encontrar la solución a los problemas de forma más efectiva.

Dejar la mente en blanco

Estar relajados y en calma es complicado si la cabeza no deja de torturarse en bucle. Es recomendable dejar vacía la mente durante un rato, tanto a nivel mental como físico. Realizar yoga o meditación son buenos remedios y, además, cambiará la perspectiva de cómo vemos la vida.

Cambiar las tornas a lo positivo

Los pensamientos negativos pueden ser causa de una perspectiva errónea sobre un tema o situación. Por ejemplo, ante un problema no es lo mismo verlo como algo imposible y resignarte que verlo como un desafío que se puede superar. Este segundo punto de vista es más positivo, optimista y ayudará a salir de lo negativo.

Ser creativo

Podemos explorar nuestras emociones a través del arte, realizando pintura o escritura. Es más, pintar o escribir cómo nos sentimos funciona como auto-terapia. Sabiendo cómo te sientes, podrás controlar mejor tus emociones y pensamientos.

Dar paseos

Si te rodean personas negativas o el entorno también es denso y negativo, nada mejor que salir a dar un paseo. Cambiar de ambientes y disfrutar de la naturaleza o ir a museos ayuda a ver con mejor ojos los problemas y buscar lugares con mayor paz para eliminar pensamientos negativos.

Pensar en lo que merece la pena

Todos tenemos cosas buenas en la vida, en mayor o menor medida. Es bueno entrenar la mente para concentrarnos en lo positivo y las enumeramos para sentirnos satisfechos y positivos con lo que tenemos. No importa lo pequeño que sea lo bueno, a veces lo bueno está delante de nosotros y no lo vemos.

¿Qué hay detrás de los pensamientos obsesivos?

Los factores que pueden “alimentar” los pensamientos obsesivos son:

  • Estrés. Los niveles altos de estrés desencadenan y agravan los pensamientos obsesivos. Las preocupaciones o la presión constante contribuyen a desarrollar patrones de pensamientos negativos.
  • Factores ambientales. El entorno puede contribuir a desarrollar pensamientos obsesivos.
  • Momentos de la vida. Sucede que en ciertas etapas de nuestra vida no estamos pasando por un buen momento, ya sea a nivel sentimental, económico, laboral o fisiológico. No saber cómo lidiar con ellos puede llevar a obsesiones por intentar resolverlos.
  • Emociones. Los pensamientos obsesivos pueden ser una defensa frente a algo que nos daña o nos da miedo. El pensamiento rumiante sobre una emoción determinada es un distractor del auténtico problema.
  • Anticipación. Pueden aparecer por la anticipación de situaciones que nos preocupan o porque tenemos que enfrentarnos a ellas. Y muchas de estas situaciones nunca llegarán a producirse porque nos anticipamos a ellas producto del miedo. Hay que recordar que el miedo es una emoción imaginativa, no una realidad.
  • Trastornos de salud mental. Son 3 y los conocemos todos como son el trastorno de ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno de estrés postraumático.

Si los pensamientos negativos son persistentes y afectan a la vida diaria, es recomendable buscar un profesional de la salud mental o un psicólogo. Un terapeuta da las herramientas y estrategias claves para gestionar el pensamiento y mejorar el bienestar emocional.

Escrito por:
Mila Herrera
Directora de Psicoclínica Barcelona

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