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Psicólogo infantil Barcelona: Más allá del rol de maestro

Psicólogo infantil Barcelona: Más allá del rol de maestro

QUÉ OTRO NECESITA EL SUJETO:

Otro que lo aloje, a partir de un deseo de que no sea anónimo. Hacerle sentir necesario por otro. Lo que garantiza un lugar simbólico para un chico, es el ejercicio de una función adulta o subjetivante, que es tal, en tanto que la ejerce lo registra como sujeto en la su singularidad y lo inscribe en una relación que le reconoce como necesario.

El adulto se hace de esta manera responsable y garante de abrirle la posibilidad de que se pueda reconocer parte de una trama simbólica (parte de la escuela), y simultáneamente, que se pueda sentir necesario por quien ejerce la función: un alumno necesario para un maestro, un hijo necesario por una madre…

Por eso, como decíamos antes, la función que ampara simbólicamente no es sinónimo de un rol determinado. Puede haber rol de padre, madre o maestro, y no haber función adulta subjetivante, porque no existe un deseo dirigido hacia este sujeto en particular, y esto compromete mucho las posibilidades de un chico para poderse reconocer en una determinada trama simbólica.

Considerar por la vía de la función los roles que tenemos asignados, tiene el beneficio de abrir el juego a muchos chicos que tenemos en nuestras aulas que no cuentan con nadie que pueda sostener esa función.

Incluso el vínculo biológico que nos asigna el rol de padre o madre, requiere de una adopción de la función y por tanto, de una inscripción simbólica y social de este sujeto, lo que no siempre ocurre. (inscripción en el sentido de que No es lo mismo estar inscrito en una lista/registro que no estar, tener documento que no tener…)  Todo sujeto necesita de esta adopción que va por la vía de un deseo singular que habilite la inscripción y el reconocimiento.

Muchas experiencias atestiguan de este hecho, como los estudios de René Spitz sobre bebés abandonados en hospitales, que morían de marasmo, aunque tuvieran cubiertos todos los cuidados materiales que les brindaban las enfermeras: higiene, alimentación, atención sanitaria, y sin embargo, algunos morían, de marasmo, como algunos autores llaman, de marasmo simbólico.

El desamparo estructural con el que todos llegamos a este mundo, se refiere a la necesidad que todos tenemos de contar con ese otro que nos aloje a partir de un deseo que no sea anónimo. Los cuidados de estas enfermeras eran anónimos, ya que un deseo que no es anónimo supone un lugar simbólico para cada sujeto, hecho de reconocimiento (entre otras cosas) y de inscripción en el deseo de ese otro. Lo que no estaba garantizado por estos bebés era el sitio simbólico que va más allá del rol de enfermera.

 

Mila Herrera

Psicólogo Barcelona

Escrito por:
Mila Herrera
Directora de Psicoclínica Barcelona

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