No existen los padres perfectos. Pretenderlo es tan solo un ideal imposible, una fantasía que puede volverse dolorosa para las familias de aquellos que quieren hacerla realidad. En Psicoclínica Barcelona creemos que es posible educar a un hijo sin que ello traiga consigo un exceso de angustia. En este sentido, visitar a un psicólogo para padres en Barcelona puede resultar extremadamente útil para encontrar el equilibrio entre el amor y el reconocimiento que necesita todo niño, así como los límites que le ayudarán a regularse.
Nuestros profesionales consideran estos tres aspectos como claves para la educación de los hijos. Para conseguir este equilibrio perfecto entre ellos, Piscoclínica Barcelona, a través de terapias familiares, aporta a los padres todas las herramientas y consejos necesarios para obtener los mejores resultados en este sentido. Estas terapias familiares en las que intervienen de manera conjunta psicólogos, padres e hijos son perfectas para llevar por el mejor camino la educación de los hijos.
Terapia para padres
En nuestra terapia de padres y madres en Barcelona les enseñaremos a liberarse de la presión que supone ser unos padres lo suficientemente buenos para, en su lugar, ayudarles a establecer con sus hijos una relación mutua que sea afectiva y gratificante para todos. Nuestra psicóloga infantil de Barcelona compartirá con ustedes los pasos con los que desarrollar un sólido sentimiento de seguridad que les ayude a ejercer como padres.
A través de la experiencia con nuestra terapia familiar hemos constatado las negativas consecuencias de querer construir al niño como un producto de nuestras expectativas. Es decir, ¿quién no las tiene? Todos queremos que nuestros hijos destaquen, obtengan buenos resultados en aquello que se les da bien, tener la seguridad de que dispondrán de un buen futuro e incluso ver como ellos triunfan donde nosotros no lo hicimos. Pero de lo que se trata en realidad en nuestras sesiones de orientación familiar es de poder desarrollar las herramientas que sean necesarias para ayudarle a ser lo que él quiera ser.
Consultar a un psicólogo infantil
Como especialistas en la psicología de padres sabemos que la tarea de ser padres es una experiencia apasionante. Todo un arte al que podemos aspirar y que no necesita de unas reglas o pautas complicadas, sino que exige de todos los padres flexibilidad, sensatez y algunas dosis de paciencia, que no es poco.
A menudo, en nuestras sesiones de psicoterapia, lo que nuestros clientes se cuestionan no es tanto su papel como padres sino el comportamiento de sus hijos. En Psicoclínica Barcelona también le ayudaremos a comprender la conducta de un niño y cómo ayudarlo a desarrollar una personalidad más sana y sociable.
¿Quiere pedir cita?
Le informamos de que también puede hacer consultas desde nuestro sitio web. Si lo desea, también puede solicitar una consulta online. Puede solicitar su cita ahora, será atendido personalmente por un psicólogo o psicóloga Barcelona desde la primera llamada. En esta primera llamada le informaremos de lo que necesite saber y si lo desea le ofreceremos una cita con la máxima brevedad posible.
La angustia de ser padres. ¿Lo estoy haciendo bien?
La importancia de los límites. ¿Soy demasiado permisivo? ¿Soy demasiado exigente?
El riesgo de unas expectativas demasiado altas. ¿Quiero que llegue a lo más alto en…?
La necesidad de amor y reconocimiento. ¿Por qué no me hace caso?
Comunicación ¿Por qué discutimos tanto? ¿Por qué no me escucha?
SEPARACIÓN E HIJOS
La separación de los padres ¿Les causo un trauma separándome?
La toma de decisiones ¿Debería aguantar por ellos?
Cuando el hijo está en medio del conflicto ¿Cómo protegerlo?
Explicarle a los niños las cosas ¿Tienen que saberlo todo?
Tenerlos en cuenta ¿hay algo que ellos puedan decidir?
CONSULTAR A UN ESPECIALISTA
Consultar a un psicólogo infantil: hacerlo a tiempo puede evitar problemas.
Una segunda opinión profesional: tienes derecho a consultar a otro especialista.
Las ventajas de una mayor frecuencia en las visitas: las que cada niño necesite.
La importancia de una atención individualizada: no hay dos niños iguales.
Sin listas de espera: ¡hay situaciones que no pueden esperar!