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terapia bulimia

Vivimos en la sociedad de la imagen. Desde el último tercio del siglo XX, la preocupación por nuestro aspecto personal ha ido creciendo con el paso de los años. Esta situación ha tenido como consecuencia la aparición de enfermedades relacionadas con la alimentación como la obesidad, la anorexia y la bulimia. Aunque su incidencia es mayor en población con menor edad, como niños y adolescentes, son muchos los adultos que también sufren alguno de estos tres trastornos alimenticios.

 

Terapia de bulimia en Barcelona

Con más de una década de experiencia en nuestro currículum, en Psicoclínica Barcelona somos un referente en aplicar las últimas novedades en terapia para la anorexia en Barcelona y tratamientos psicológicos para la bulimia. Los profesionales de amplia cualificación que componen nuestra plantilla realizaran el diagnóstico y tratamiento adecuado a cada paciente.

Siempre tenemos en cuenta  las características físicas y psicológicas de cada paciente. Nuestra carta de presentación es contar con la mejor psicóloga de Barcelona. Sólo de esta manera podemos ofrecer la ayuda psicológica necesaria a aquellos pacientes que tienen trastornos de la conducta alimentaria.

 

Consecuencias de los problemas alimenticios

Los trastornos de la alimentación cuentan con síntomas de comportamiento, físicos, cognitivos y psicosociales. Además, tienen unas causas y factores de riesgo:

  • Factores genéticos: los antecedentes familiares antecedentes aumentan la probabilidad de que dicha persona también desarrolle un trastorno como obsesión, la bulimia y la anorexia, ya que la genética juega un papel fundamental.
  • Factores físicos: Las investigaciones han concluido que cuando el hipotálamo de una persona no funciona correctamente, es posible que aparezcan ciertos trastornos de la alimentación, así como cuando se produce la pubertad en edad temprana o se padece una enfermedad mental.
  • Factores ambientales: como vivir en una cultura una cultura en la que se valore en exceso la delgadez, estar rodeado de personas que critican excesivamente el peso o la imagen corporal o haber sido víctimas de crímenes, hostigamiento psicológico o moral, abuso y abandono.

Los problemas de salud mental más comunes que incluyen patrones de alimentación desordenada y efectos psicológicos perjudiciales para la salud son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno de sobrealimentación compulsiva. Entre sus consecuencias se aparecen la desnutrición, la aparición de caries, sufrir trastornos gastrointestinales y el sobrepeso.

 

Enfermedades mentales por la alimentación

Otro de los problemas de los trastornos de alimentación es la aparición de otras enfermedades mentales, como por ejemplo trastornos depresivos, trastorno bipolar, trastorno de estrés postraumático, trastorno de adaptación, trastornos de uso de sustancias nocivas, trastornos de ansiedad, trastornos de la personalidad y trastorno obsesivo-compulsivo. Por ello es tan importante realizar un diagnóstico y tratamiento certeros.

Si necesitas terapia para la anorexia en Barcelona, Psicoclínica Barcelona es una referente en la ciudad condal. Los pacientes tendrán a su disposición a los mejores profesionales para hacer frente a los tratamientos psicológicos para la bulimia y los trastornos de la conducta alimentaria. Aquí la mejor psicóloga de Barcelona. Si necesita ayuda psicológica, póngase en contacto con nosotros.

La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio serio y potencialmente mortal caracterizado por una imagen corporal distorsionada y un miedo intenso a ganar peso. Las personas que sufren de anorexia nerviosa se ven a sí mismas como sobrepeso, incluso si están peligrosamente delgadas.

Esto las lleva a realizar esfuerzos extremos para perder peso y evitar ganar peso, lo que puede incluir una restricción severa de la ingesta de alimentos, ejercicio excesivo, y/o el uso de laxantes o vómitos inducidos. La anorexia no solo afecta el cuerpo, sino también la mente, y a menudo viene acompañada de ansiedad, depresión y otros trastornos psicológicos.

Los trastornos alimenticios, como la anorexia y la bulimia, pueden tener efectos devastadores en el cuerpo. A corto plazo, pueden causar fatiga, debilidad, sensibilidad al frío, y cambios en la menstruación. A largo plazo, los riesgos incluyen problemas cardiovasculares, daño óseo, anemia, daño renal, y problemas gastrointestinales.

La malnutrición puede afectar prácticamente todos los órganos del cuerpo y, en casos graves, puede resultar en la muerte. Es importante recordar que estos trastornos también afectan la salud mental, lo que subraya la importancia de buscar tratamiento integral.

El tratamiento psicológico es fundamental para abordar la anorexia nerviosa, ya que este trastorno tiene raíces profundas en la percepción de uno mismo y los problemas emocionales.

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las formas más efectivas de tratamiento, ya que ayuda a los pacientes a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos relacionados con la alimentación, el peso y la imagen corporal. Otras terapias, como la terapia familiar y la terapia de aceptación y compromiso (ACT), también pueden ser beneficiosas.

Estas terapias trabajan no solo para mejorar los hábitos alimenticios y la salud física, sino también para abordar problemas subyacentes como la autoestima y la regulación emocional.

La anorexia psicógena se refiere a la anorexia nerviosa causada o exacerbada por factores psicológicos, emocionales y ambientales. Esta terminología destaca la influencia de la mente en el desarrollo del trastorno, enfocándose en cómo los factores emocionales, el estrés, los traumas y las presiones sociales pueden contribuir a la distorsión de la imagen corporal y los comportamientos alimenticios restrictivos. Aunque todos los casos de anorexia tienen una dimensión psicológica, el término “psicógena” subraya específicamente la raíz psicológica de la enfermedad.

La anorexia depresiva se refiere a una forma de anorexia nerviosa en la que la depresión juega un papel central. Las personas con este tipo de anorexia experimentan síntomas depresivos significativos, como tristeza persistente, pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas, fatiga y sentimientos de inutilidad o culpa. Estos síntomas depresivos pueden preceder al desarrollo del trastorno alimenticio o resultar de la lucha con la anorexia. El tratamiento de la anorexia depresiva generalmente implica una combinación de terapia psicológica, apoyo nutricional y, en algunos casos, medicación para abordar tanto los síntomas depresivos como los comportamientos alimenticios desordenados.

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