Ayudar a alguien que padece una depresión no es una tarea sencilla, aunque mostrar tu…
Para cualquier persona de la calle, un ser asocial y ser antisocial normalmente son usados de forma sinónima, pero no tienen nada que ver. De igual modo, debemos de saber que el trastorno antisocial no es voluntario y que ser asocial muchas veces responde más a una forma de ser que a un comportamiento.
Estos términos a menudo se confunden o se usan indistintamente, pero en realidad son conceptos muy diferentes en cuanto al comportamiento y las actitudes de la persona. A continuación, te detallamos qué es una persona antisocial y otra asocial, qué es lo que las diferencia y, por último, cómo tratar a una persona asocial.
¿Qué es un ser antisocial?
El término “antisocial” está vinculado a comportamientos que van contras las normas sociales y que pueden ser perjudiciales para la sociedad. Dentro del contexto de la psicología, el TAP o Trastorno Antisocial de la Personalidad descubre a una persona que muestra total desprecio por los derechos de los demás. Normalmente, estas personas:
- No muestran remordimiento o culpabilidad alguna por sus acciones.
- Manipulan o tratan a los demás con desprecio o crueldad.
- Pueden cometer actos ilegales, ya que no responden a la norma.
- Muestran una irresponsabilidad de forma constante, violando reglas, normas y obligaciones sociales.
¿Qué es un ser asocial?
Ser asocial no es ser antisocial. Se refiere a alguien que no tiene interés en socializar o participar en actividades en grupo. No desprecian de forma necesaria a los demás o a las normas sociales, sino que tienen mayor preferencia por la soledad. Estas personas se comportan:
- No buscan tener interacciones sociales de forma activa, aunque tampoco las rechazan.
- Pueden disfrutar de actividades en solitario y necesitan un tiempo lejos de los demás para recargar energías.
- No tienen por qué ser tímidos. Solo prefieren la soledad o las interacciones más íntimas y significativas.
¿Cómo tratar a una persona asocial?
Tratar de forma adecuada a una persona asocial consiste en entender y respetar sus preferencias en cuanto a la soledad y las interacciones con los demás. Algunas sugerencias que puedes realizar para interactuar de forma acertada y respetuosa con una persona asocial son:
- Respetar el espacio vital.
- Ser comprensivo y paciente.
- Fomenta actividades con bajo estrés.
- Comunicación clara y directa.
- Apreciar sus cualidades únicas.
- No intentes cambiarlos.
- Ofrecer apoyo cuando sea necesario.
¿Qué diferencias existen entre ambos?
Es habitual la confusión entre “antisocial” y “asocial”, ya que terminológicamente es similar. En realidad, dan lugar a comportamientos y características de personalidad muy diferentes. Las principales diferencias entre ambos son:
Persona antisocial
- Comportamiento: A menudo exhiben comportamientos desafiantes con las normas sociales y legales y utilizan métodos como la manipulación, el engaño y otros para conseguir sus objetivos. Pueden ser agresivos y explotadores en sus relaciones interpersonales.
- TAP. Dentro del contexto clínico, significa Trastorno Antisocial de la Personalidad. Este trastorno se caracteriza por tener un patrón de desprecio por los derechos de otros, falta de empatía y comportamiento criminal.
- Relaciones con otros. Tienden a tener relaciones conflictivas y problemáticas con los demás, con actitudes que llevan a ser destructivos y causar daño a los que están a su alrededor.
Persona asocial
- Comportamiento. Tienden a retirarse de las interacciones sociales por decisión propia. No suelen desafiar las normas sociales, sino que prefieren estar solas. Su comportamiento no es dañino ni disruptivo para los demás.
- Características de la personalidad. Está vinculado con la introversión y preferencia por la soledad. Pueden sentirse drenadas por las interacciones sociales y buscan a menudo estar a solas para recargarse.
- Relaciones con otros. Aunque tienen menos relaciones, estas suelen ser más profundas y significativas. No quieren dañar ni manipular a nadie, solo valoran más la calidad que la cantidad en sus interacciones sociales.
Tener en claro estos conceptos puede ayudar en la comunicación y las relaciones interpersonales con personas que puedan padecer el comportamiento asocial o el antisocial.