La salud emocional es un pilar esencial para nuestro bienestar general. En muchas ocasiones, los…
Una persona tóxica normalmente se comporta de forma que afecta de una forma negativa a aquellos que están a su alrededor. Normalmente, entre sus comportamientos podemos ver elementos dañinos como son la manipulación, tendencia al drama, la crítica constante o la falta de respeto por los límites.
Saber sobre las personas tóxicas es importante para comprender cómo son sus comportamientos y cómo estos pueden impactar de manera negativa en nuestras vidas y relaciones. A continuación comentarnos cómo detectar a una persona tóxica, cuáles son sus tipos y cómo actúa en una relación de pareja.
¿Cómo saber si una persona es tóxica?
Identificar cómo es una persona tóxica es importante para tu vida y tus relaciones sentimentales:
- No te sientes escuchado. Tus pensamientos y sentimientos son normalmente ignorados y minimizados.
- Sientes que no puedes ser tú mismo. Existe una presión constante para cambiar o complacerlos.
- Te hacen sentir culpable para influenciarte.
- Malestar tras interactuar con ellos. Si de forma regular te sientes drenado, enojado, triste o frustrado tras pasar un tiempo con otra persona, puede ser un indicio de que es tóxica.
- Manipulación de tus emociones. Si te hace sentir constantemente mal y te manipula para conseguir lo que quiere, es señal de toxicidad.
- Desprecio por tus necesidades. Si ignoran tus necesidades o necesitan constantemente que las cosas se hagan a su manera sin tener consideración por ti, es un indicativo.
¿Qué tipo de personas tóxicas existen?
Existen varios tipos de personas tóxicas, cada una con un conjunto de determinados comportamientos problemáticos. Como son:
- Controladores. Personas que necesitan y ansían controlar lo que otros dicen y hacen.
- Manipulador. Emplea la información y la emoción para incluir en los demás de forma sutil y a su favor.
- Narcisista. Dispone de un irreal sentido de importancia y una necesidad constante de atención y admiración. Solo se preocupan por ellos mismos y sus necesidades, mostrando el poco respeto que sienten por los sentimientos de los demás.
- Victimista. Se presenta de forma constante como la víctima para ganar la simpatía de otros y evadir responsabilidades.
- Crítico. Todo lo que haces está mal para este tipo de persona tóxica. Son rápidos para criticar y no suelen elogiar.
- Pesimistas. Ven constantemente lo peor en cada situación y pueden arrastrar a otros hacia la negatividad.
- Agresor Pasivo. Utilizan la hostilidad y el resentimiento mediante la procrastinación, comentarios sarcásticos o el fracaso en cumplir sus promesas.
¿Qué es una persona tóxica en una relación sentimental?
Dentro de una relación sentimental, una persona tóxica es alguien donde sus acciones suelen socavar y debilitar la relación. Esto se traduce en varias acciones:
- Demanda atención constante. Necesita de tu tiempo y atención sin tener en cuenta tus propias necesidades.
- Controladora. Es experta en controlar dónde vas, con quién y qué haces.
- Inocula inseguridad. Mira tu autoestima con comentarios o comportamientos que te hacen sentir menos valioso o amado.
- No asume su responsabilidad. Culpan a otros (sobre todo a su pareja) de sus problemas o de su mal comportamiento.
- Celos o posesividad. Tiene comportamientos que pueden ser restrictivos y sofocantes.
- Comunicación destructiva. Usa el sarcasmo, la crítica, los insultos y el desprecio en lugar de tener una comunicación abierta y respetuosa.
- No respeta la independencia del otro. Limita sus actividades, amistades y oportunidades de su pareja.
- Manipulación emocional. Emplea tácticas emocionales para lograr que su pareja actúe de una manera o se sienta culpable por no cumplir con ciertas demandas o expectativas.
Reconocer estas características te ayudarán a evaluar tus relaciones y, en caso de ser necesario, tomar decisiones para proteger tu bienestar emocional. Si no sabes cómo lidiar con una persona tóxica, sobre todo si estás en una relación sentimental, lo mejor es considerar varias estrategias para manejar la situación o contactar con un profesional. O, en caso de ser necesario, terminar la relación con esa persona de una forma segura y saludable.