Psicólogo infantil Barcelona: Una autoridad sostenida entre el Saber y el Deseo

Psicólogo infantil Barcelona: Una autoridad sostenida entre el Saber y el Deseo

Testimonio de un profesor de secundaria: “Pienso que los chicos vienen a mí porque yo les respeto mucho… yo lo que quiero es que sientan curiosidad por la vida… que nada de lo que haya a su alrededor les sea indiferente…”

Este profesor se abstenía de definir qué es lo que interesa a sus alumnos, pero NO se abstiene de desear que algo les interese y en eso creemos que va un recíproco respeto.

Por tanto, delimitar es habilitar, porque mientras yo prohíbo, impido que el niño se haga cargo de algo que es responsabilidad mía.

En las escuelas y en la vida en general, encontramos niños muy solos. Ejercer la función adulta es No dejar a los niños solos, desamparados. Es acompañar y proteger por una autoridad, una función adulta que se haga cargo de lo que él NO debe hacerse cargo todavía.

• La Ley Simbólica no es lo que se puede negociar, no se pacta, no se discute, no se acuerda. La Ley Simbólica es lo que debemos sostener los adultos en relación a las nuevas generaciones para que estas tengan un sitio.
• La Ley Simbólica comporta una prohibición:

• la de NO hacer los sitios simétricos, (no caer en el plano simétrico al que muchas veces nos empujan con reproches, insultos, provocaciones…)
• intercambiables,
• NO diferenciables.

Es decir, prohíbe la indiferenciación. Pero no sólo ES prohibición, no es sólo decir que NO, porque en el mismo momento que prohíbe, también habilita.

Podríamos denominarla una ley de prohibición-habilitación, es algo así como decir:  “tú no puedes ocupar el puesto del adulto, habrá otro tiempo para que esto te ocurra, pero sí puedes ocupar ese otro lugar, el de niño o joven, el de lo que reciente llega, el de lo que construye, el de quien se apropia de este mundo que yo te presento”.

Como dice P.Meirieu en “Frankestein educador”, el adulto hace las presentaciones. Este mundo está en reconstruir para este niño o joven. Es decir, que la prohibición demanda que algo no esté, que no se indiferencien los sitios, para que todo lo demás pueda ser, para que pueda ser el despliegue de las posibilidades, y de las re-creaciones por parte de los niños y adolescentes.

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Mila Herrera

Psicólogo Barcelona